Eres madrugada primaveral
Eres un pájaro en vuelo
Que en su desvelo jamás
Desata vendaval de llanto
Y me descubro y te pienso.
Era un día de calor
Ahora festejo, viejo reflejo
Cuerpo de trópico de hambre y sed
Que en un instante apaga la vejez.
El envolvente fuego del amor
Con sus trémulas gotas de sudor que
Encadenadas a la tierra no
Confían en la fuerza del abanico.
Cae una estrella del cielo
La Cotona
Eres madrugada primaveral
Tierno y fresco roció
Que exhala un aroma sensual.
Que exhala un aroma sensual.
Eres un pájaro en vuelo
Que en su desvelo jamás
Desata vendaval de llanto
Y me descubro y te pienso.
Eres la nodriza sombra
Donde duermo tranquila
En mis largos sueños
Y son ellos lúcidos tendiendo
A florecer en astrales
Primaveras.
Eres, eres, soy y soy
¿Cuánto quieres?, voy
Acercándome hoy
Callada, callada estoy
¿Cuánto quieres?, voy
Acercándome hoy
Callada, callada estoy
En mi remanso
Y vuelo a sentir
Tu canto y tu brisa
Y cuando estremece mi alma
De ella sale una poetisa sonrisa. Y vuelo a sentir
Tu canto y tu brisa
Y cuando estremece mi alma
Era un día de calor
Era un día el calor.
Era la sangre tropical
Que ardía desde la cabeza a los pies
Dejando el cuerpo aceitunado
Para acercarse a la hermosura de los océanos.
Que ardía desde la cabeza a los pies
Dejando el cuerpo aceitunado
Para acercarse a la hermosura de los océanos.
Ahora festejo, viejo reflejo
Cuerpo de trópico de hambre y sed
Que en un instante apaga la vejez.
¡Ay calor por eso te quiero más!
El envolvente fuego del amor
Con sus trémulas gotas de sudor que
Encadenadas a la tierra no
Confían en la fuerza del abanico.
Cae una estrella del cielo
Del cielo cae una estrella
Para ti, amor
De ese reversible universo
Donde no cuenta la distancia
Ni las horas por donde andamos
De ese reversible universo
Donde no cuenta la distancia
Ni las horas por donde andamos
Más que el amor que se mezcla
Con nuestro dolor y sus largos
Reveses.
Del cielo cae una estrella
Que se desliza en nuestras manos,
Que se desliza en nuestras manos,
Encendida
Extraña
Murmurando
Palabras secretas,
Así cae,
Solo tú y yo la miramos.
Es una cotona de manta
Con un sombreo y un fusil
Quizás es un campesino orgulloso de su origen.
Es el sudor y llanto de tantos años
Que ha permanecido
Entre los surcos de maíz y la alborada.
Nace. Crece. Muere
Muere en la montaña.
Con un sombreo y un fusil
Quizás es un campesino orgulloso de su origen.
Es el sudor y llanto de tantos años
Que ha permanecido
Entre los surcos de maíz y la alborada.
Nace. Crece. Muere
Muere en la montaña.
En el rio se lava
En las piedras se seca
El hambre lo contempla
A veces la tortilla le da su vitalidad
Los frijoles su fuerte llamarada.
El hambre lo contempla
A veces la tortilla le da su vitalidad
Los frijoles su fuerte llamarada.
Y esa mujer cerca del fogón
Amamantando al hijo
Aun sonríe llena de esperanzas.
Ella seguirá lavándola en el rio,
Él así se vestirá
Y tomará el fusil
Cuando sea necesario.
Ivette Mendoza
2015
Disfrute la coca cola
Disfrute la coca cola
Tomaba Coca Cola como un condenado
Glup glup le pasaba por la garganta
Aquello que iba a ser su diabetes.
Entonces le dije –Se te va hacer melcocha
La sangre y se enojó-
Mi otro vecino es mecánico y afloja los tornillos
De los carros con Coca Cola.
-A ti ya se te aflojaron hace mucho tiempo-
Bueno cuando la quirina te lleve que te
Entierren parado por inteligente.
¡Muera como el Caupolicán, en su estaca!
Me miró fijamente y me retorció los ojos
No quería creer lo que le decía.
Y yo como una buena amiga le serví
En un vaso con hielo su próxima Coca Cola
Siempre somos amigos.
Ser fuego
Un ser
fuego como tú.
Dios de un
relámpago
Con el alma
luz
Con la
mirada fija
Y el
corazón tierno que
A la
medianoche:
Nunca dice
adiós
Ni se niega
a la pasión.
No a la
bravura de una espina
Que en la
sangre pude ser necia
Pero en
carne y fuego, disfruta.
Me refugio
en la oleada de amores
Que deja la
frescura de tus besos
Y con el anhelo y la confianza
Se afianza.
Un ser
fuego como tu
Ilumina la
travesía del mañana
Y es la
dicha de mis días
Junto al
brillar de los albores.
Ivette
Mendoza
2015
Amargo jugo de limón
Rugidos del tiempo y del mar
Rugidos del tiempo y del mar
El viento tirita despierto
Y su sombra se deja abrazar.
En el horizonte infinito
Hay más flores que hiedras
Y en la cima del suspiro
Deletrean mi nombre,
El viento tirita despierto
En una danza desnuda y
Sedienta,
Y revive en el corazón de las
Piedras.
Rugidos del tiempo y del mar
El viento tirita despierto
Y quiere cantar
Con sus ojos de fuego
Con su liviana sonrisa
Y nada que lo haga pensar.
Ivette Mendoza
2015
Amargo jugo de limón
Amargo jugo de limón
Que al rubricar penas
Dejan caer lágrimas
Y sienten miedo,
Son noches frías
Que se apoderan de mí,
Como el humo que asfixia
La garganta.
Soy árbol sin fruto,
Fruto que enferma
En el valle oscuro.
La verdad que no es sueño,
Es la mera realidad,
Caen las hojas marchitas
Como gotas de lluvia,
Pero no pienso quedarme
En su aguas ilusas.
El conteo de hoy
Empieza de nuevo
En la humilde florecilla.
Ivette Mendoza
2015
El velo de la novia
El velo de la novia
Un largo cabello delicado y suelto
Manto de la humedad y la montaña
Cascada de agua, velo de la novia.
Se rebalsa la noche en sus manos.
¡Te quiero agua, dadle a beber al corazón!
Se alegran los pinares, verde amanecer.
Un pájaro canta, se alegran los pinares.
La mañana es gala, es brillo, es fiel,
Un beso en el aire,
Un sol que ha de soñar.
Hoy enamorada de ti
Mil cosas que he de recordar,
Manto de la humedad y la montaña
Cascada de agua, velo de la novia.
Se rebalsa la noche en sus manos.
¡Te quiero agua, dadle a beber al corazón!
Se alegran los pinares, verde amanecer.
Un pájaro canta, se alegran los pinares.
La mañana es gala, es brillo, es fiel,
Un beso en el aire,
Un sol que ha de soñar.
Hoy enamorada de ti
Mil cosas que he de recordar,
Ese velo de la novia.
Ivette Mendoza
2015
El pan
A lo bueno un zarpazo
Y a lo que mata bienvenido
Con un beso y un abrazo.
Dar el pan en gran pedazo,
La mano dadivosa
Dadivosa sin descanso
Que la muerden
Y sigue dando tanto.
Dadivosa sin descanso
Que la muerden
Y sigue dando tanto.
A lo bueno un zarpazo
Y a lo que mata bienvenido
Con un beso y un abrazo.
Dar el pan en gran pedazo,
Se da y no terminas
Y cuando crees terminar
Y cuando crees terminar
En la cara el puñetazo.
Se quema el pan en el horno
Mejor que se queme
Así nadie lo ha de saborear
Lo mismo da grande o en pedacitos
Lo mismo da feo o sabrosito
Hay que enseñar a sembrar el trigo
Y ser un buen panadero.
Ivette
Mendoza
2015