Aldo Díaz Lacayo

 
Nació en Managua, Nicaragua, en 1936. Librero, editor, investigador, escritor, historiador.
Actualmente es presidente de la academia de geografía e historia de Nicaragua, y vicepresidente de la sociedad bolivariana de Nicaragua.

Hasta 1998 se desempeño como secretario general del comité morazánico de Nicaragua.

Descubrió su vocación histórica en la actividad política, sin duda como un recurso para preservar su identidad nacional y dignificar su temprana condición de exiliado. Potenció esta vocación desde el servicio exterior y, actualmente, la está desarrollando desde su condición de librero y escritor.

En 1958, tuvo una participación destacada en el movimiento del General Ramón Raudales, con quien mantuvo una relación privilegiada gracias a su relación político-afectiva con don Toribio Tiberino y con el Doctor Fernando Agüero. Al año siguiente, en la Habana, actuó de hecho como representante del sector juvenil en el movimiento que concluyó en El Chaparral, retirándose de la actividad política-revolucionaria, en 1963.

Aunque no orgánicamente, en 1978 se reintegró al proceso revolucionario, codirigiendo el grupo de Nicaragüenses Residentes en El Salvador, donde ingresó al servicio exterior después del triunfo de la revolución, en julio de 1979; primero –mientras las relaciones entre ambos países se encontraban suspendidas- como encargado de oficio de los asuntos de Nicaragua y después de restablecidas estas relaciones, como ministro consejero de la embajada de Nicaragua.

Fungió como embajador de Nicaragua en México, y en Venezuela. Fue también director general del ministerio del exterior –posición desde la cual participó como miembro del equipo negociador de Nicaragua en la gestión de paz del Grupo de Contadora en 1983-, embajador itinerante para América Latina, adscrita al departamento de relaciones internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional, y embajador en misión especial en Chile. En 1989 fue elegido secretario ejecutivo adjunto de la Conferencia Permanente de Partido Políticos para América Latina y el Caribe (COPPPAL), cargo que desempeñó hasta 19992.

Frente a la crisis política abierta por el conservatismo-neoliberal instaurado en el país a partir de 1990, se ha destacado como agudo analista político de la coyuntura nacionales el marco de las intrincadas relaciones internacionales, también dominadas por el conservatismo-neoliberal.